lunes, 31 de marzo de 2014

La diversión también es un juego

Últimamente, con la nueva meta del Tec de exportar temporalmente a tantos alumnos como sea posible, todos piensan en irse de intercambio y en cómo esta va a ser la experiencia de sus vidas. En la mayoría de estos casos, el primer dilema que surge es “¿cómo le voy a hacer con mi relación en pareja?”, pues a nadie le gusta quedarse, mientras el otro vive al límite. Sin el afán de causar desilusión, la mayoría de estas parejas van a terminar, pero no se sientan mal, no significa que fracasaron. Simplemente podrían considerarse personas racionales, económicamente hablando. A continuación vamos a analizar un poco este tema desde la teoría de juegos. No importa que no estén familiarizados con este tema, realmente no es un ejemplo complejo.

Primero, como en todo buen modelo, vamos a establecer algunos supuestos para no dar lugar a estas críticas de “oye, yo confío totalmente en mi pareja y somos perfectos, así que tu modelo no se aplica en mí”. No se preocupen, en unos momentos descarto a las personas cuasiperfectas.

  1.       El primer supuesto es que ambos jugadores (hombre y mujer) son racionales, es decir, buscan maximizar su beneficio o, en su defecto, minimizar su pérdida. Por lo tanto, a cada persona le interesa su propio bienestar. (Por más egoísta que parezca, se acerca más a la realidad).
  2.         El segundo supuesto es que tenemos una relación promedio. Con esto me refiero a la relación que discute, siente un poco de inseguridad o desconfianza y le da miedo el intercambio. (si, aquí descarto a todas aquellas parejas ejemplares).
  3.           El tercer supuesto es que el resultado de cada elección depende de la elección del otro jugador. Por desgracia, uno no puede conocer lo que hace el otro (¿Les suena?) e incluso si pudiesen hablar entre sí, no podrían estar seguros de confiar mutuamente.

El juego consiste en lo siguiente:

Alguno de los dos jugadores se va de intercambio y el otro se queda o se va a otro lado, no importa, simplemente no están juntos. En esta separación nace la interrogante de qué estará haciendo la otra persona, pues realmente la mayoría de las veces actuamos de acuerdo a este pensamiento. Si la otra persona se está divirtiendo y conociendo a más personas, haremos lo mismo. Si nos dice que no está haciendo nada malo, veremos qué hacer, pero la realidad es que la confianza no es plena, lo que altera nuestra decisión. Por lo tanto, llegamos a nuestro siguiente sistema de pagos:

  • Si uno actúa como soltero y el otro no, el primero gana 5 puntos (equivalentes a la diversión temporal) y el segundo pierde 5 puntos (equivalentes a la mentira en su relación).
  • Si ambos actúan como solteros, ambos ganan 1 punto, pues disfrutaron su intercambio, pero también perdieron a su pareja.
  • Si ambos actúan en relación, ambos ganan 3 puntos y se quedan con su “hermosa relación”.
Esto se puede resumir de la siguiente manera:

Mujer
Hombre

Actuar como soltera
Actuar en relación
Actuar como soltero
Ambos ganan (1)
Él gana (5), ella pierde (5)
Actuar en relación
Ella gana (5), él pierde (5)
Ambos ganan (3)

Recordemos que ambos jugadores son egoístas y buscan lo mejor individualmente. Esto se refleja en la realidad con el pensamiento de por qué quedarse esperando o calmado, mientras la otra persona está allá divirtiéndose. Creo que algunos se identificarán con esto.

Si uno espera que la otra persona se quede tranquila en relación, su opción óptima sería divertirse, ya que  va a disfrutar su intercambio (5 puntos), mientras no sufre el engaño de la pareja, quien pierde 5 puntos.
Si la misma persona espera que su pareja se divierta como si fuera soltera, entonces su incentivo es a hacer lo mismo, pues de esta manera también se divierte y evita la pérdida de ser engañado mientras estaba en casa. De esta manera, ambos ganan 1 punto. Si ambos decidiesen actuar en relación y respetarse, ambos ganarían 3 puntos, sin embargo, debido a la incertidumbre sobre las acciones del otro, esta opción no será óptima.

Como podemos observar, actuando como soltero siempre se reducirá la posible pérdida, lo que hace que sea una acción dominante para ambos jugadores. Si se razonara desde el punto de vista del bienestar colectivo, ambos elegirían actuar en relación y, de este modo,  ganarían, pero debido a nuestros supuestos (que se acercan más a la realidad humana), esto no pasará. Esto causa que las dos personas busquen protegerse esperando lo peor y esto los lleve a tomar la elección románticamente errónea.

Por lo tanto, podemos concluir que la elección óptima es la que todos ya conocían y no se atrevían a decir, haciendo que las dos personas se diviertan y sean un número más entre el alto porcentaje de relaciones terminadas por los famosos intercambios.

No se desilusionen. No busco ser pesimista. Como en todos los modelos, hay excepciones. Sin embargo, tampoco se sorprendan cuando esto se cumpla, pues no es que hayan conocido a la peor persona del mundo. Simplemente es el ser humano jugando a eso, a ser humano.

Artículo escrito por Sergio Jalife Pineda.

3 comentarios:

  1. Un punto importante de la teoria de juegos es la percepcion que tiene cada jugador de los pagos y en este caso, solo estas demostrando tus propias preferencias. Un ejemplo, estas asumiendo implicitamente que actuar como soltero es vivir al limite, entonces "vivir al limite" implica enganar a la novia?

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  2. No se trata sólo de engañar, o al menos no sólo eso. Incluyo en ese actuar todo lo relacionado con no reportarse, mentir sobre hora de llegada y otras acciones comunes que se dan en estos casos.
    Por otro lado, no trata de mi percepción de los pagos, pues estos los consideré de acuerdo a lo que la mayoría temen de los intercambios en nuestra escuela y la fama que tienen estos viajes.

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