Artículo escrito
por Alejandro Limón Portillo
Ya ha sido un
tiempo considerable desde la última vez que escribí para el blog. Sin embargo,
este sano lapso me ha servido para confirmar el gusto que tengo por presumirles
facetas extrañas de la economía, por lo que este artículo lo demostrará. Antes
que nada, les expondré el porqué de
mi gusto por mostrarles algunos modelos raros
de esta ciencia.
Según mi
experiencia, cuando la gente escucha la palabra economía, reconoce inmediatamente que la conversación toma un giro
un tanto aburrido, principalmente por dos razones: 1) sabe que terminará oyendo términos
difíciles y desconocidos (para quienes carecen de educación
financiera/económica) y 2) reconoce que, muy probablemente, la plática
terminará por desanimarlos; la
negatividad, la duda y la impotencia estarán presentes en la conversación, y
harán suspirar a los reunidos. Amargó la fiesta. “¿Por qué no crece México?”, “¿por
qué no quitan los monopolios?”, “¿por qué no podemos copiarle a Brasil?”, etc. Incluso
la palabra economía se usa para describir
cualquier situación que amenaza al bolsillo, por ejemplo: “Compra el refri a
mensualidades, y protege tu economía”. Por estas y otras más razones, la
economía ha adquirido mala reputación.
La definición de
desgastado ejemplifica la situación
de la ciencia económica: “Deterioro progresivo de una materia como consecuencia
del uso o del roce; pérdida de fuerza y entereza”. Así que, para aquellos que tienen en ese
concepto a la economía, espero que el tipo de artículos/notas (la mayoría de
las ocasiones) que se publican en este blog les remueva esa sensación de
pesadez, y les siembre un gusto por temas económicos que resultan ser muy
interesantes, y de los cuales no se escuchan seguido en el radio, ni se
encuentran a menudo en los periódicos. El blog de SAECO les ofrece esa nueva
perspectiva. Y como dije: hoy no es la excepción, asíq que les mostraré “El modelo de regresión a la mediocridad”.
“Es matemáticamente inevitable que si usted es muy
inteligente, su pareja sea menos inteligente que usted” (D. Kahneman)
Curiosamente, la familia Darwin tenía una
inclinación por temas evolutivos. Si este fuera un blog de biología o medicina,
Charles sería el protagonista del modelo. Pero siendo este de economía, las
luces apuntan a su primo: Sir Francis Galton.
Si bien la econometría no fue usada por
primera vez por Sir Francis Galton, él fue el primero en usar el término
“regresión”. Regresión, mis estimados
lectores, es un proceso estadístico que se usa para estimar la relación entre
variables. Sé que no es un salón de clases virtual, así que no les daré una
clase econométrica, pero sí les explicaré lo básico para que puedan entender lo
que Galton hizo:
Se escogen diversas variables. A unas se les denomina variables
dependientes y a otras independientes. Pongamos un ejemplo: si buscamos conocer
qué tanto influye el desempeño de la economía nacional sobre el número de
matrimonios en el país, usaremos dos variables: 1) Número de matrimonios y 2)
PIB nacional. La número 1 será la variable dependiente, porque queremos saber
cuántos casamientos existen según el andar de la economía nacional (número 2),
a la que fijaremos como variable independiente, pues puede variar lo que
quiera, ya que de ella no buscamos obtener información directamente. Lo que se hará es buscar la información, y se
procede a hacer los cálculos matemáticos (o computacionales). Cualquiera que
sea el resultado, se obtendrá información valiosa e interesante sobre la
cultura del mexicano: ¿Vemos a largo plazo, o creemos que el amor es mayor que
las ataduras económicas?, ¿confiamos en que nuestra pareja no nos abandonará en
caso de turbulencias financieras, o realmente no nos importa si lo hace?, ¿el
matrimonio sigue siendo una institución fuerte en la cultura mexicana, o se ha
dejado a la ligera? Este tipo de resultados simplemente se pueden obtener al hacer
una regresión al escoger dos variables (modelo de regresión simple).
Una última
definición básica que nos servirá para entender a Galton es la correlación. Si
una variable aumenta a raíz de que crezca la otra, entonces hay correlación. En
el ejemplo de los matrimonios y el PIB, diríamos que hay correlación positiva,
sin embargo no existiría si comparáramos el número de matrimonios con el número
de goles en la Liga MX.
El poder de la
econometría es enorme, y Sir Francis Galton hizo uso de ella para predecir la
evolución de la estatura humana a través del tiempo. Tomando una muestra de 205
parejas de padres y de sus 928 hijos, Galtondemostró el hecho de que si una
pareja de padres es más alta que la estatura promedio, no será una condición
que necesariamente los hijos heredarán. Y lo opuesto: hijos con padres de
alturas por debajo de las normales tenderían a ser más altos que sus papás. Hay
una explicación para esto: si se tiene un padre alto (mayor al promedio) es
porque esa persona cumplió con cierto número de requisitos que le hicieron
tener dicha altura: tener los genes necesarios, tener una alimentación muy
completa (con la combinación necesaria de carbohidratos, proteínas, grasas,
azúcares, etc), no haber tenido accidentes que mermaran su crecimiento,
ejercicio físico, etc. El haber cumplido tantas cualidades hace difícil que su
hijo pueda superar todas; es decir, será altamente improbable que pueda lograr
los requisitos para igualar a su papá, ocasionando que la estatura heredada no
se supere, y por tanto se acerque a la media, la de toda la humanidad. Sucede de
igual forma con el caso de padres con estaturas menores al promedio: son tan
pocas las cualidades de altura que los padres tienen que le resulta
relativamente fácil al hijo superarlas. Probablemente los padres no tuvieron
una alimentación ideal, así que cualquier mejora en los hábitos alimenticios de
sus hijos puede hacerlos crecer más que sus padres, por lo que se acercarán a
la media.
Lo interesante
de su modelo es que, con el paso del tiempo y de sucesivas generaciones, todo
tiende a normalizarse. Esto es el fenómeno de regresión a la media. Y aunque no
sé con certeza por qué usó el término de mediocridad,
supongo que se refería al gen de la altura; porque aunque el humano es la
especie más inteligente del planeta, actúa mediocremente al conformarse con una
estatura promedio que jamás superará.
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