Articulo escrito por Rosa Yuritzi Ramírez Montiel
¿Subir
el salario mínimo será la solución a los problemas económicos en México? Esto es
lo que en esta semana quiero explicarles, porque aunque ustedes no lo crean, es
importante que todos analicemos este aspecto para tomar una decisión y poder
opinar.
Para
esta decisión, la productividad es el primer argumento que se tiene; entonces
yo me pregunto: ¿Las 24 horas del día son laborales? Claro que sí; mientras que
en tu país es hora de dormir, en otras partes del mundo no, incluso nuestro cuerpo
trabaja las 24 horas del día y los 365 días del año. Entonces, ¿nosotros por
qué no laboramos las 24 horas? Porque necesitamos descansar y tener ocio en
nuestra vida. Esto se nos explica en el siguiente modelo económico de la oferta
laboral:
Donde:
Donde:
C=
consumo
p=
precio del consumo
w=
salario
L= ocio
L*=
número máximo de horas que se puede trabajar
M= ingreso
que no depende de su trabajo (riqueza)
En este caso el consumidor
vende su dotación de trabajo al precio w
y compra a cambio, ocio.
Para que se comprenda mejor
hacemos solo el análisis de que si:
Efecto sustitución
Lo anterior depende de las preferencias que tenga el individuo, pero solo existen esas soluciones. También podemos deducir con esto que el ser humano por naturaleza está hecho para trabajar, pero pese a que necesita tener descanso, produce una relación inversa entre trabajo y ocio. Por ejemplo, a César en su trabajo le suben el salario un 25% semanalmente si se queda más horas de jornada a la semana, lo cual le conviene porque tiene la preferencia de querer un mejor nivel de vida, pero esto provoca que su ocio sea más caro. Ofrecerá mayor cantidad de trabajo lo que genera que al mismo tiempo se quede con una menor cantidad de ocio; se obtiene el efecto sustitución. En otro caso, si a César le suben el salario como una nueva política de la empresa, él tenderá a aumentar su consumo y el ocio porque no tiene incentivos a ser más productivo, por lo tanto mostramos el efecto ingreso.
Lo anterior depende de las preferencias que tenga el individuo, pero solo existen esas soluciones. También podemos deducir con esto que el ser humano por naturaleza está hecho para trabajar, pero pese a que necesita tener descanso, produce una relación inversa entre trabajo y ocio. Por ejemplo, a César en su trabajo le suben el salario un 25% semanalmente si se queda más horas de jornada a la semana, lo cual le conviene porque tiene la preferencia de querer un mejor nivel de vida, pero esto provoca que su ocio sea más caro. Ofrecerá mayor cantidad de trabajo lo que genera que al mismo tiempo se quede con una menor cantidad de ocio; se obtiene el efecto sustitución. En otro caso, si a César le suben el salario como una nueva política de la empresa, él tenderá a aumentar su consumo y el ocio porque no tiene incentivos a ser más productivo, por lo tanto mostramos el efecto ingreso.
Si como personas activas actuamos como lo dice nuestro
modelo económico, entonces podemos decir que el individuo aporta, para bien o
para mal, a la productividad nacional, sin olvidar la suma de las demás
variables que afectan a la productividad como cualquier política por parte del
gobierno, situaciones económicas externas, etc. En México en los últimos años se
puede observar en la gráfica que hay una tendencia a la baja desde mediados del
2012:
Igualmente, con la
disminución de la productividad podemos ver que el PIB (Producto Interno Bruto)
también tiene una tendencia a la baja, como se muestra en la siguiente gráfica:
En
conclusión, el ser productivo depende de uno mismo como individuo. Nuestras
preferencias no son iguales a las de los demás, pero existe un factor común que
es el bienestar que tiene la sociedad. El secreto está en no dejar de ser
personas activas en nuestro deber laboral y saber de economía para mejorar
nuestro entorno.
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